MANIFIESTO

SIETE PUNTOS DE ORO
MANIFIESTO TEATRO DEL SILENCIO

 

Conócete a ti mismo y conocerás al universo

ya los dioses. Oráculo de Delfos

 

AL OBSERVAR LO MÁS imparcialmente posible la realidad del teatro que se hace aquí y ahora anuncia una cierta fractura ética, una cierta fuga del compromiso y del rigor, un cierto estado de cosas, una cierta banalidad y desorientación. No en todos los grupos, pero sí es una sensación general. Que no es la de aquellos que fuimos formados para el teatro en los ochenta, con la idea medular de que el teatro debe ser sobre toda verdad, humanismo y belleza. Y que por ello uno debe amar al arte en sí mismo y no a sí mismo en el arte, como primer mandamiento del tatarabuelo de todos los teatristas: Konstantin Stanislasvki. El centro del tótem teatral.Pero como no somos más que artistas, no creemos útil y provechoso juzgar sobre estas causas y consecuencias que deben estar asociadas a las múltiples artistas de eso que llaman crisis contemporánea. Sino más bien, ideales, deberes y derechos que sirvan a esta pequeña célula de vida creativa que es Teatro del Silencio y que ya cumple algunos años.

Muchas vivencias, diversas experiencias que nos han acontecido y hemos destilado calladamente, nos llevan a la necesidad urgente de esta carta-manifiesto, sobre todo para nosotros mismos. Para nuestros miembros y colaboradores. Porque de otro modo siempre deberíamos la sensación nada grata de andar a tientas en un camino que busca la excelencia estética, la investigación y el crecimiento y que, por lo mismo, necesita ideas-fuerza muy claras como guía. Comenzamos entonces, como es dable, por el principio:

 I

El centro de nuestro trabajo es la investigación artística. Esto es el hallazgo de nuevas formas y contenidos, tanto en la técnica del actor como en la puesta en escena. Creemos que, desde Platón, el arte está asociado a un conjunto de reglas para guiar con el logro de una actividad. Ese es nuestro arte. La búsqueda de un estado poético ancestral muy ligado a la espiritualidad, a la vida interior. La vía técnica: el trance del actor , su corporalidad más profunda para transmitir en imágenes de un teatro que trasciende el realismo, nuestro compromiso con la vida que nos rodea. Defendemos una estética de lo no verbal, lo gestual, lo corporal . De ahí el nombre, Teatro del Silencio. Aquí gravita la duda sistemática como principio de trabajo para encontrar las imágenes precisas, en un proceso de destilación y selección muy medido, y la consecuente necesidad del autodesarrollo de cada miembro de esta pequeña célula artística que ello conlleva. Es nuestro deber estudiar, leer, investigar, y por encima de nuestras necesidades personales, cuando sea necesario, encontrar caminos, métodos y técnicas que nos permitan el más alto nivel estético. Es muy común en esta época ver que las personas se cansan con facilidad de buscar una meta o, aún, de relacionarse con las mismas personas en función de un objetivo. Considera que esta forma de vida es ajena al arte verdadero y que nos conduce a la banalidad ya una mirada de superficie. Por el contrario,el que se cuestiona el por qué de las cosas y se convierte en una interrogación viviente, crece y supera sus posibilidades, y un día puede rozar la perfección. Esto implica, que la necesidad del equipo está por encima de la individualidad siempre que sea evidente y, claro, que cada miembro debe estar dispuesto a sacrificar una parte de sí al menos, para el logro común. Como se dice popularmente, hay que aprender a halar parejo. El desprendimiento y la pérdida del egoísmo deben andar juntos, cierto sentimiento de humildad artística ante la inmensidad de la creación debe estar presente. El concepto del espacio, el objeto, el vestuario y la escenografía tiende hacia una esencialidad, una economía de los recursos, porque lo más importante esque la necesidad del equipo está por encima de la individualidad siempre que sea evidente y, claro, que cada miembro debe estar dispuesto a sacrificar una parte de sí al menos, para el logro común. Como se dice popularmente, hay que aprender a halar parejo. El desprendimiento y la pérdida del egoísmo deben andar juntos, cierto sentimiento de humildad artística ante la inmensidad de la creación debe estar presente. El concepto del espacio, el objeto, el vestuario y la escenografía tiende hacia una esencialidad, una economía de los recursos, porque lo más importante es que la necesidad del equipo está por encima de la individualidad siempre que sea evidente y, claro, que cada miembro debe estar dispuesto a sacrificar una parte de sí al menos, para el logro común.Como se dice popularmente, hay que aprender a halar parejo. El desprendimiento y la pérdida del egoísmo deben andar juntos, cierto sentimiento de humildad artística ante la inmensidad de la creación debe estar presente. El concepto del espacio, el objeto, el vestuario y la escenografía tiende hacia una esencialidad, una economía de los recursos, porque lo más importante es El desprendimiento y la pérdida del egoísmo deben andar juntos, cierto sentimiento de humildad artística ante la inmensidad de la La creación debe estar presente. El concepto del espacio, el objeto, el vestuario y la escenografía tiende hacia una esencialidad, una economía de los recursos, porque lo más importante esEl desprendimiento y la pérdida del egoísmo deben andar juntos, cierto sentimiento de humildad artística ante la inmensidad de la creación debe estar presente. El concepto del espacio, el objeto, el vestuario y la escenografía tiende hacia una esencialidad, una economía de los recursos, porque lo más importante es el actor y el símbolo . Sobre esta base nos proponemos que cada texto, cada puesta en escena, ha de negar así lo antes aprendido. Esto es, dar a luz una nueva poética para cada nuevo montaje.

II

¿Qué es un grupo? Es la segunda idea que salta a la vista en este recorrido. Los conflictos están dentro de la lógica humana más simple y no pueden evitarse. Pero sí hay reglas sencillas para preservar la vida de un equipo. Hay que entender que el teatro la responsabilidad de la unidad artística está en las manos del director. El director debe y puede tener el veto ante cuestiones esenciales. Esto no significa que al director se le permita ser un tirano. El director debe escuchar a todos y seleccionar las mejores ideas. Las técnicas de lluvia de ideas , como psicología de grupo, deben estar presentes.El grupo debe generar un equilibrio dialéctico y cada persona actúa dentro de él, siguiendo uno o varios papeles (roles). Los papeles deben ser compensados. Un equipo de esta naturaleza es algo muy especial, debe ser una especie de cofradía. Y esto como único puede producirse es con la participación y vínculo real de todos. Otra cosa es pura falacia. Estas interacciones nunca se entraron. Y el guía o líder debe ser un regulador firme y flexible al mismo tiempo. Hay que comprender que un equipo es un canal de fuerza creativa, una cultura de grupo, una vía para el autoconocimiento y un espacio de libertad . Sobre estas bases se debe construir. Hay que escuchar al Otro.No pandearse ante las dificultades sino sacar fuerza de ellas, no aferrarse a criterios sobre asuntos que no son de la competencia propia y, por supuesto, respetar el derecho ajeno. Ser consciente de que el trabajo en equipo pide un nivel de entrega parejo, y que si hay alguien que reserva su energía, esto se convierte en un terrible flagelo para los demás. Al mismo tiempo, la sensatez y el sentido común deben guiarnos a cada momento en toda la decisión que compromete al equipo. El discernimiento y la honestidad entre lo verdadero y lo falso deben desarrollarse como actitud, lo mismo ante lo estético que ante las relaciones de grupo. Todo puede y debe ser dicho en una forma apropiada. Una comunicación clara pero asertiva, que evite ofender o agredir,debe estar en el centro de nuestras intenciones. Cuando no quede otra posibilidad que señalar al Otro algo desagradable, se debe hacer con todo respeto, como si estuviéramos haciendo con nosotros mismos, y ya se sabe que nosotros mismos debemos tratarnos con consideración, con amor. Una crítica amorosa que selecciona las palabras que no resultan hirientes. Esto vale tanto para las relaciones actor-director como para los demás colaboradores. En esencia, Esto vale tanto para las relaciones actor-director como para los demás colaboradores. En esencia, Esto vale tanto para las relaciones actor-director como para los demás colaboradores. En esencia, no hacerles a los demás lo que uno no quiera que le hagan.

III

El actor, sus fundamentos y principios. Queda claro que en una línea de investigación tan particular como la nuestra, el trance del actor y sus posibilidades psicofísicas, constituye el centro de nuestra atención. El actor debe tener un sentido claro de su necesidad de autoconocimiento y de la consagración a su arte que esto entraña. Su camino es semejante al del monje, pero la iluminación que alcanza es para compartir. La obligación de su autoentrenamiento permanente es de por vida. Debe crecer de forma regular y sobrepasar aquellos obstáculos técnicos que hagan un instrumento menos diáfano.La vivencia, la imaginación y la observación profunda deben darse cuenta de la mano en cada una de sus interpretaciones, para que tengan la profundidad soñada. Las cuatro cualidades básicas a las que debe aspirar: proyección de energía, ser dúctil, orgánico como la vida y capacidad de desdoblamiento . Esto es, convertirse en Otro. El primer debe tal vez de cualquier actor, si se quiere elemental, es el sentido profesional ante las funciones, estudios, ensayos, etc. Por supuesto que las funciones han de ser algo sagrado. Así mismo, el actor debe ser responsable de su vestuario, su utilidad y de todos los atributos que el personaje lleva por el tiempo que duran las funciones.En un grupo de pequeño formato deben cuidarse todos los elementos, porque la producción hoy día es cara, esforzada y difícil. Y que algo se pierde por negligencia o tontería, crea muchos inconvenientes para todos. El trabajo del actor no admite la indolencia, la negligencia o el desinterés y la falta de motivación. Cualquier forma de ombliguismo, que lamentablemente abunda en el actor resulta en un retraso de su desarrollo en su sentido más alto. El ego fuerte que lidia con los obstáculos de la profesión es altamente valorado, no así aquel ego que pretenda creerse el centro de todo. El actor debe encontrar entusiasmo, inspiración dentro de sí. No es cierto que alguien pueda hacerlo por él.Es él quien descubre cada día una imagen nueva, rica y fascinante y ese espíritu nunca puede cesar o dejar de ser artista. La inspiración y la artesanía han de darse la mano. Ahora bien, en dependencia de esto, hay que comprender que un auténtico artista debe siempre estar dispuesto a sobreponerse a las contingencias que encontrará en su camino, que siempre y en cualquier época y lugar suelen estar presentes. Pero que, sobre todo, en las condiciones de vida y trabajo El actor debe encontrar entusiasmo, inspiración dentro de sí. No es cierto que alguien pueda hacerlo por él. Es él quien descubre cada día una imagen nueva, rica y fascinante y ese espíritu nunca puede cesar o dejar de ser artista. La inspiración y la artesanía han de darse la mano.Ahora bien, en dependencia de esto, hay que comprender que un auténtico artista debe siempre estar dispuesto a sobreponerse a las contingencias que encontrará en su camino, que siempre y en cualquier época y lugar suelen estar presentes. Pero que, sobre todo, en las condiciones de vida y trabajo El actor debe encontrar entusiasmo, inspiración dentro de sí. No es cierto que alguien pueda hacerlo por él. Es él quien descubre cada día una imagen nueva, rica y fascinante y ese espíritu nunca puede cesar o dejar de ser artista. La inspiración y la artesanía han de darse la mano.Ahora bien, en dependencia de esto, hay que comprender que un auténtico artista debe siempre estar dispuesto a sobreponerse a las contingencias que encontrará en su camino, que siempre y en cualquier época y lugar suelen estar presentes. Pero que, sobre todo, en las condiciones de vida y trabajo en dependencia de esto, hay que comprender que un auténtico artista debe siempre estar dispuesto a sobreponerse a las contingencias que se encuentran en su camino, que siempre y en cualquier época y lugar suelen estar presente. Pero que, sobre todo, en las condiciones de vida y trabajo.en dependencia de esto, hay que comprender que un auténtico artista debe siempre estar dispuesto a sobreponerse a las contingencias que se encuentran en su camino, que siempre y en cualquier época y lugar suelen estar presentes. Pero que, sobre todo, en las condiciones de vida y trabajo aquí y ahora , son muy comunes. Lo dicho sobre el paradigma del actor vale también para asociados y colaboradores por el tiempo que dura su conexión con el equipo. Y esto, por supuesto, vale aún más para la guía.

IV

La cuestión del equilibrio y la compensación como todo necesario. Libertad y disciplina. Sensibilidad y voluntad de hierro. Valor y prudencia. Los pares de opuestos que en Occidente suelen verso divorciados cuando en realidad deben estar / ser equilibrados. El actor tiene que aprehender a conjugar los opuestos. Por ejemplo, ¿qué sería de él sin voluntad y sensibilidad? Para nosotros son dos polos de un mismo asunto. Hablamos del salón como un espacio de libertad, donde el actor puede ser y hacer con un único límite, frenar cuando el socio se niega a seguirnos, optando en este caso por un nuevo camino.Así debe ser tanto para los actores como para los colaboradores, tanto en los ensayos como en cualquier ejercicio de preparación. Por la misma razón, se entiende que todo miembro del equipo, actor, colaborador o asociado de alguna forma (aunque suene a verdad de perogrullo ) es una persona libre , e implica que puede irse del grupo cuando estime, o trabajar en otros equipos si. es escenógrafo, o si es actor, tiene la libertad de decidir si trabaja en la televisión, cine o cualquier otro medio. Esto, en sí mismo, es una decisión que nunca será objetada. La única objeción es el incumplimiento con un compromiso de trabajo previamente pactado. Debes decirlo con tiempo suficiente para que no sea un problema.Debe ser sincero y claro para respetar la energía y el tiempo de los demás, esto es de ley. Realmente, lo verdaderamente intolerable es la falta de rigor y compromiso. También en el sentido económico el equilibrio y la compensación arriba apuntada son decisivos. No todos pueden ganar lo mismo porque no todos entregan lo mismo y esto vale para cualquier acuerdo extra de salario. El currículo, el merecimiento y la compensación por esfuerzos extras son valorados y serán tomados en cuenta. Aunque de forma moderada, sin excesos.

V

Nada humano debe ser ajeno. No se deben juzgar las acciones de nuestros compañeros. Se debe comprender que la persona está sujeta por igual al sufrimiento y al placer. Las faltas deben ser medidas con la misma vara sobria que los aciertos. Los talentos individuales deben ser estimulados en toda forma posible. La trayectoria de cada miembro del equipo es decisiva ante cada contingencia. Merecimiento, disciplina, talentos, habilidades y logros serán sopesados ​​antes de cualquier decisión del guía por escabrosa que sea. Debemos tener en mente ser con cada uno como sus acciones, palabras y pensamientos lo definido.Indicamos que cada paso debe ser medido siempre, y que es tarea del guía, coordinar, orientar, alertar y aconsejar para que no se produzcan crisis. Igualmente, es deber y derecho de cada miembro del equipo acercarse a la guía para hacer miembro reformular a tiempo una actitud o un criterio. La naturaleza humana es falible y esto entraña también una disciplina de aceptar las decisiones aunque no se entiendan del todo. La naturaleza humana es sencilla en esencia, pero contradictoria en apariencia, por lo cual si es posible modificar una actitud negativa, esto no impide que se reciba la crítica o ajuste necesario.

VI

Repartición de tareas y deberes. Hay que ser conscientes de que no podemos inculcar entre nosotros el espíritu del acomodaticio que intenta o deja que otros hagan por él. Hay que equilibrar y compartir en todo lo posible. Es nuestro meta como grupo alcanzar una cifra estable de sesenta funciones como promedio por cada obra estrenada. Esto requiere concentración y entrega para crecer artísticamente. En este proceso el actor es responsable de sus elementos, como dijimos antes, pero si estamos en condición donde hay otros ( tramoya, vestuarista, escenógrafo, jefe de escena, etc.) a quienes se les paga por servicios determinados, es estratégico no intervenir. , como la experiencia lo confirma.Pero no debe ser ese nuestro espíritu interno porque un grupo de pequeño formato no puede darse cuenta de esos lujos, segundo porque es una premisa negativa para nuestra autoeducación. En una célula pequeña todos deben hacer de todo. Cuando uno de los miembros del equipo se escurre de sus deberes crea problemas no solo para él sino para los demás que deben ayudar a resolverlos. No obstante, hay que percibir en este punto las capacidades individuales y los papeles (roles) que cada quien desempeña (juega) realmente dentro del grupo. En esto la guía es fundamental para ayudar a comprender al actor quién es realmente en relación con los demás, qué puede aportar dentro del equipo. La guía, a medida del crecimiento, debe ir subrayando puntos.

VII

La cuestión del teatro como proceso . Esta es una idea medular, que viene de nuestros maestros, el cubano Vicente Revuelta, y el polaco Jerzy Grotowski, entre otros. La defensa, en primer lugar, de la autenticidad de un proceso. Esto significa estar siempre en disposición de rechazar cualquier forma de mentira o adulteración estética. En este objetivo se debe observar y diseccionar nuestras propias máscaras, renunciar a ellas, aun cuando nos cueste un esfuerzo extraordinario. En este punto se hace presente la idea de la transgresión. Del latín transgredior, significa no respetar, sobrepasar, ir más allá. Solo quien tenga esta disposición y capacidad es digno de llamarse artista creador, capaz deConvertir los sobreesfuerzos en una norma de vida . Unido a ello, tenemos la defensa del espacio y el tiempo de experimentación. No nos interesa extendernos más de lo debido en un montaje, pero tampoco estrenar antes de tiempo... por su acabado, ¿puede estar dos o tres años o más en repertorio? De ahí viene nuestra preocupación por las funciones como parte del proceso. Vsevolod Meyerhold dijo que una obra comenzaba a serlo después de muchas funciones, donde los actores comenzaban a bordear el tempo-ritmo ya jugar con él. o le faltaba razón. Ni el actor, ni el guía, ni los colaboradores, deben cansarse de continuar trabajando sobre la obra aún después del estreno.Deben tener en mente que es este un teatro de pensamiento, de descubrimiento e indagación permanente. Un teatro de proceso da a luz secretos de creación y deben ser compartidos con quienes los merezcan y en la medida justa en que lo ganen. Esto entraña un sentido de protección del entrenamiento, de no hablar con otros sobre lo que allí acontece. De no transmitir a quienes no tienen un conocimiento profundo o no están disponibles para aprender, al conocimiento. No debemos tomar a la ligera ningún aspecto de nuestro quehacer. Esto y todo lo que se conecta con ello es cuidar lo sagrado de lo que se hace. Comprenderemos claramente que un camino de esta naturaleza ha de ser consciente, y que la responsabilidad individual es indispensable.La relación entre de no hablar con otros sobre lo que allí acontece. De no transmitir a quienes no tienen un conocimiento profundo o no están disponibles para aprender, al conocimiento. No debemos tomar a la ligera ningún aspecto de nuestro quehacer. Esto y todo lo que se conecta con ello es cuidar lo sagrado de lo que se hace. Comprenderemos claramente que un camino de esta naturaleza ha de ser consciente, y que la responsabilidad individual es indispensable. La relación entre de no hablar con otros sobre lo que allí acontece. De no transmitir a quienes no tienen un conocimiento profundo o no están disponibles para aprender, al conocimiento. No debemos tomar a la ligera ningún aspecto de nuestro quehacer.Esto y todo lo que se conecta con ello es cuidar lo sagrado de lo que se hace. Comprenderemos claramente que un camino de esta naturaleza ha de ser consciente, y que la responsabilidad individual es indispensable. La relación entre Comprendamos claramente que un camino de esta naturaleza ha de ser consciente, y que la responsabilidad individual es indispensable. La relación entre Comprendamos claramente que un camino de esta naturaleza ha de ser consciente, y que la responsabilidad individual es indispensable. La relación entre estudios, improvisaciones y montaje debe ser cuidada paso a paso, dejando solo aquellas acciones cargadas de energía. Se debe tener en mente que en los ensayos ha de medirseel registro emocional para en las funciones dar el extra necesario. No es posible llegar a un estreno de impacto sin este salto. Esto es imprescindible si se quiere alcanzar las más altas cotas del arte del actor.

En este proceso debemos observarnos a nosotros mismos y no engañarnos a la hora de mirar cada paso que damos. Estar siempre dispuesto a corregir el rumbo, a reconsiderar el recorrido, a ver las cosas de una nueva manera. En el mismo sentido cuando haya dudas sobre una escena o parte, la guía debe usar su veto solo si es estrictamente indispensable o hay mucha presión de tiempo, sino debe probarse la escena con cuantas proposiciones o puntos de vista haya, hasta seleccionar aquella que evidencie. ser la de mayor relevo. Deben incluirse la mayor cantidad de puntos de vista. La escena es la medida de todas las cosas y nos habla .

Esto es, trabajar con ideas-guías que expresan su luminosidad. Recordemos el axioma de Swami Vivekananda, el sabio hindú: No se debe rebajar el ideal a la vida, es la vida la que ha de ascender al ideal. Asumir esto requiere, entrega, inspiración, un sentido del goce de la creación y un sentido de integridad artística a toda prueba . Para nosotros que vemos una relación intrínseca entre arte y vida, y tenemos al teatro como un canal de servicio a la humanidad, este axioma tiene una representación incuestionable.

Rubén Sicilia, 30 de noviembre de 2011